Sustratos: la importancia de cuidar el suelo

Cuando comenzamos a trabajar en el jardín hay muchas palabras nuevas que aprendemos, pero lo primero de lo que nos hablan es de tierra, sustratos o suelos.

En forma simple de explicarlo es: Tierra es el planeta, sustratos son los ingredientes que componen el suelo, y suelo es donde sembramos o plantamos.

Los sustratos correctos nos entregarán elementos y condiciones claves para cada una de nuestras plantas, sean de interior, exterior, huertas o suculentas. Cada planta necesita su hogar idóneo. El tiempo nos irá enseñando lo que cada una necesita, pero siempre nos podemos apoyar de toda la información que podemos encontrar en la web o en libros de jardinería.

Aquí te regalamos un breve resumen:

Compost:
El compost es un sustrato abono de gran valor por varias razones, la principal de esta es su origen: transformación de residuos orgánicos. Tan necesario hoy en día en el mundo.

El compostaje es un proceso natural que vemos en la naturaleza cotidianamente, sólo basta con mirar en bosques o zonas rurales, como sus mismas hojas y ramas se desintegran con el tiempo, reintegrarse nuevamente al suelo que las rodea.

Hoy podemos replicar este proceso natural de descomposición aeróbica y transformar los desechos orgánicos domiciliarios e industriales, generando compost de gran calidad para nuestras plantas y jardines. Este proceso biológico convierte los restos orgánicos en un abono rico en nutrientes y sirve para fertilizar y airear nuestro suelo.

El compost contiene nitrógeno, fósforo, potasio y minerales que son perfectos para mejorar la calidad de nuestro suelo.

Humus:
El humus de lombriz es un abono natural, que enriquece la mezcla de cualquier sustrato con muchos nutrientes. Se encuentra dentro de la clasificación de abonos naturales y aportan grandes beneficios al suelo sin tener la necesidad de recurrir a compuestos químicos. 

El humus es la materia orgánica de las lombrices que la han digerido (excremento), tiene una textura ligera y esponjosa que entrega aireación, aparte de nutrientes. Gracias a los desechos de las lombrices, el humus es rico en: minerales como nitrógeno, potasio, fósforo y magnesio.

Si se quiere ocupar dentro de la mezcla de sustratos, debemos mezclarlo con el resto de los ingredientes, pero si lo queremos utilizar cada cierto tiempo para abonar, solo bastará con ir agregando humus por alrededor de nuestras plantas para que vaya siendo absorbido. 

Fibra de coco:
La fibra de coco que generalmente compramos en bloques,  son el resultado de las fibras del coco cortadas y pulverizadas junto a diferentes partes del fruto.

Es un sustrato que se destaca por su capacidad de entregar gran aireación y drenaje a nuestros suelos. Gracias a esto,  nuestras plantas tienen un proceso de enraizamiento más exitoso. Otras características son la mejor circulación de aire, retención y drenaje de agua, lo que  ayuda en la prevención de hongos.

Perlita:
Es una roca silíce volcánica sometida a temperaturas de entre 1.000 y 1.200 ºC, lo que aumenta su tamaño y la convierte es un elemento óptimo para mejorar nuestro suelo. Es un sustrato muy utilizado en la agricultura por su gran capacidad de retención de agua.